16 de noviembre de 2012

Cuentos de otoño: El eco de la vida (reflexiones)


Un niño y su padre, estaban caminando en las  montañas.
De repente, el hijo se cae, se lastima y  grita:
- Aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh!
Para su sorpresa oye una voz  repitiendo en algún lugar de la montaña:
- Aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh!
Con curiosidad el niño  grita:
 -¿Quién está ahí?.
Recibe una respuesta:
- ¿Quién está  ahí?.
Enojado con la respuesta, el niño grita:
- Cobarde.
Y recibe  de respuesta:
- Cobarde.
El niño mira a su padre y le pregunta:
- ¿Que  sucede?
El padre, sonríe y le dice:
- Hijo mío, presta atención.
Y  entonces el padre grita a la montaña:
- Te admiro.
Y la voz responde:
- Te  admiro.
 De nuevo, el hombre grita:
- Eres un campeón.
Y la voz le  responde:
- Eres un campeón.
El niño estaba asombrado, pero no  entendía.
Luego, el padre le explica:
- La gente lo llama eco, pero en  realidad es la vida.

Te devuelve todo lo que dices o haces.
Nuestra vida  es simplemente un reflejo de nuestra acciones.
Si deseas más amor en el  mundo, crea más amor a tu alrededor.

Si deseas felicidad, da felicidad a  los que te rodean.
Si quieres una sonrisa en el alma, da una sonrisa al alma de los que conoces.

Esta relación se aplica a todos los aspectos de la  vida.
La vida te dará de regreso exactamente aquello que tu le has dado.
Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo de ti.



Alguien  dijo:
Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa muy bien lo que estás dando...

... y qué geniales estas reflexiones de José Luis Prieto (Argentina)

Aprendí y decidí... Y así después de tanto esperar, un día como cualquier otro decidí triunfar... y decidí no esperar que llegaran las oportunidades, sino salir yo mismo a buscarlas.
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival eran mis propias debilidades, y que en ellas mismas está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de tenerle miedo a fallar, o perder y empecé a tenerle miedo a no intentar ganar. Descubrí que yo no era el mejor y que quizá nunca lo fui, me dejó de importar quién ganaba o perdía, ahora lo único que me importa es simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. No llegar a una posición, sino mantenerme.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener es el derecho a llamar a alguien "Amigo".
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, el amor es una manera de vivir.
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas... aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar...ahora duermo para soñar.





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